Nuestras leñas

Trabajamos con las tres variedades de leña dura que hay en España: encina, olivo y roble. Aunque son oriundas de diferentes zonas del país, todas tienen una dureza y un poder calorífico muy similar y se usan principalmente para calefacción. Las tres son especies de crecimiento lento, lo que determina su característica dureza y densidad.

Leña de encina
La leña de encina es una de las tres leñas duras que vendemos para calefacción. Es una leña proveniente tradicionalmente del centro de España, donde crece de forma abundante, y muy utilizada en esa zona. Al ser una leña dura, es de las que se consumen más lentamente y dejan unas brasas duraderas en la chimenea o el hogar. Es perfecta para calefacción y también para barbacoas o parrillas.

Leña de olivo
La leña de olivo es la de menor densidad y es una leña habitualmente muy usada en el sur de España, donde abundan los olivares. Su dureza y las llamas que genera hace que sea ideal para calefacción ya que es de consumo lento y aguanta bien en el hogar hasta quemarse por completo. Una de sus ventajas es que se enciende muy fácilmente.

Leña de roble
La leña de roble es muy parecida a la leña de encina en muchos aspectos. De hecho, ambos árboles pertenecen a la misma familia. Tradicionalmente, el roble es un árbol que siempre ha crecido en la zona norte, por lo que es muy habitual usarlo para calefacción en el tercio superior de España. Su dureza, equivalente también a la de la encina, la convierte en una de las favoritas en invierno. Aguanta mucho en el hogar y genera unas brasas duraderas, por lo que es ideal para calefacción, hornos de asar o parrillas.

Nuestras leñas provienen de fuentes ecológicas y bosques sostenibles. Son tratadas y secadas en nuestra fábrica de leñas Leñas Ricosan en El Espinar donde se mantienen a cubierto, sin mojarse nunca, para garantizar siempre la mejor calidad y el mejor secado.

El tamaño de la leña que vendemos está entre 30 y 35 cm lo que la hace adecuada para cualquier uso.